miércoles, 10 de abril de 2013

De la ilusión a la desilusión


El Málaga ya estaba clasificado, llegaba el minuto 90 y el arbitro decidió añadir 4 minutos al partido, un partido que tenía ganado el Málaga. Todo el mundo ya hablaba de la proeza del equipo andaluz, de Pellegrini, que conseguía llegar a las Semifinales de la Champions con dos "modestos" equipos, en la 05/06 con el Villarreal, y ahora con los andaluces.
Es algo que solo puede entender el que vio el partido, la emoción, alegría, ilusión, y multiples sentimientos que surgieron con el gol de Eliseu se esfumaban en apenas un minuto, en el tiempo de descuento, quizás fue eso, creer que estaban clasificados, las cabezas de los jugadores solo veían las Semifinales, habían hecho historia, que aún así también la han hecho, pero podrían hacerse eternos.
El nerviosismo llegó con el primer gol de Reus, un gol que te avisa, te dice que tiene que acabar el partido, tienen que pasar los exagerados 4 minutos añadidos, pero poco después llegó, el gol de Santana, la hostia que te despierta del sueño, que te baja de las nubes, te corta las alas para que no puedas volar y te hace ver la realidad, la dura realidad. Aún es más cruel si te das cuenta que el gol es injusto, un  fuera de juego multiple, de esos que piensas que está todo planificado, que Platiní está detrás de todo, un fuera de juego que dudas si es el Málaga quien ataca o defiende, cuatro jugadores adelantados que ninguno de los cinco arbitros que pone la UEFA vé.
Fuera de Juego

Esta situación hace que los sentimientos de los que hablabamos antes, se transforman, se convierten en rabia, desilusión, tristeza, hace que pierdas la fe en el fútbol y veas lo injusto que a veces puede ser. El Málaga se despide de esta edición de la Champions con la cabeza bien alta, una espinita clavada, con la rabia de tener que despedirse de esta manera, las palabras de Willy Caballero son las más apropiadas para este momento, "pudimos perder de mil formas, pero así no". 

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